Campeonato de España de Deporte de Orientación - 2011


¡Hola a todos de nuevo!

Debo confesar algo. Estoy cogiéndole demasiado el gusto a esto de correr con brújula y mapa. Demasiado. Tanto, que a mí y unos cuantos nos dio por correr el Campeonato de España de orientación. Una oportunidad de oro que nos ha dado la Universidad de poder demostrar una vez más que a paquetes no nos gana nadie, pero que a ganas, compañerismo y autosuperación tampoco.

Ya os hemos comentado en más de una ocasión en qué consisten estas carreras, pero qué narices, nos encanta hablar de ello, así que una vez más, os contaré que la orientación se basa en un terreno de dimensiones considerables, con sus rocas, arbolitos, setos infranqueables, vallas, caminos, ríos, etc, completamente señalizados (con un detalle increíble) sobre un mapa, que se facilita al comenzar la carrera. Y dispersas por este terreno, se encuentran las balizas, una especie de puntos de control de color naranja y blanco donde se registra tu paso. Y hala, brújula en mano, póngase a buscar dichas balizas.

Suena bien, divertido, desafiante... y así es. Es una lucha entre cerebro y patas a ver quién puede más.

Vaya por delante que yo quería hablar del campeonato, pero se me va el santo al cielo cuando se me pregunta por este noble deporte. Perdonen ustedes, estimados lectores.

La cita este año tenía lugar en Mérida, una ciudad con historia y mucho que ver. Ver vimos de todo, estadio, anfiteatro, alcazaba... pero lo interesante es lo mucho que corrimos.

La primera prueba tuvo lugar en una dehesa gigantesca en medio de la nada. Los mapas tan grandes y tan "iguales" (con vegetación poco variada, y no muchos montes), tienen la desventaja de que es fácil desorientarse en ellos. Unos 12 km deambulando entre balizas -que al final fueron mucho más, pues quien más y quien menos se perdió en un par de controles- pusieron toda la emoción a esta carrera. Es decir, poca. Pero ya nos lo olíamos. Esta iba a ser la carrera menos divertida. Poco agresiva y muy monótona.


Afortunadamente, el segundo día nos tenía deparado un mapa bastante diferente. La carrera de media distancia (unos 7km), con multitud de balizas repartidas cada pocos metros, y bien escondidas, fue un giro radical en la elección del mapa.

La vegetación completamente frondosa, con zonas donde las hierbas llegaban a la cintura, así como los ríos (que había que cruzar forzosamente, llegando el agua a la cintura), o atravesar autopistas por túneles de apenas 1.25m de diámetro, le dieron el toque de aventura que a todos los del club nos encanta en estas carreras.

El último día la carrera fue de sprint, 5km por toda la ciudad de Mérida. Una gozada. Las balizas estaban repartidas por algunos de los monumentos de la ciudad. Una carrera rápida, y en la que la brújula apenas sirve para marcar tu posición en el mapa.

Los resultados certificaron nuestra condición de novatos en estas disciplinas deportivas, pero lo cierto es que hemos disfrutado como enanos, haciendo lo que más nos gusta.

¡Hasta la próxima!

Dani